Biografía Michelle Oquendo Sánchez
De niña andaba pegada a las faldas de mamá, yo era su sombra, estar con ella era lo mejor que me podía suceder. Mi papá me dejaba notas y poemas encima de la almohada de mi cama, era y es muy cariñoso. Crecí en un hogar afectivo y estable con 3 hermanos mayores, todos varones, que me enseñaron a ver el mundo a través de los tonos azules más que los rosas. Me encantaba montar en bicicleta y el regalo más especial que recibí de niña fue un pequeño radio con casetera, me lo trajo mi padre de un viaje que hizo a Brasil. Con él grababa la música de las emisoras en casete y cantaba a todo volumen los éxitos de la agrupación española Mecano. En la primaria fui bastante tímida, recuerdo que mi mejor amiga desde el kínder se fue en segundo grado a otro colegio, me quedé sola y abandonada, me costó mucho tiempo hacer nuevos amigos.
Si alguien me ve hoy pensaría que siempre fui desenvuelta y muy segura de mí misma, pero no, de niña era callada y algo frágil.
Mi padre, uno de los periodistas más reconocidos de Ecuador, nos tenía a todos con los nervios de punta; valiente, atrevido y osado, no medía el riesgo al que se exponía al hablar sin filtro lo que él consideraba su verdad. Nos ponían bombas en la casa, varias veces atentaron contra su vida, lo secuestraron y hasta recibió palizas. Hoy sigue en pie y sin temor habla cada mañana en “Buenos Días.”
Por obvias razones las cámaras de televisión y los micrófonos fueron naturales en mí desde siempre. Adoro a mi papá, aunque a veces es más mi hijo que mi padre.
En la adolescencia recibí uno de los golpes más devastadores que puede soportar un ser humano, mi madre murió con un cáncer implacable. Ninguno de nosotros, ni mi padre, ni mis hermanos estábamos preparados para esa orfandad. Sin embargo; y a pesar del dolor, salimos adelante, eso sí, ninguno de nosotros volvió a ser el mismo. El sacudón nos dio defensas para seguir y nuestra existencia cobró otro sentido. Es impensable, pero de todo nos recuperamos y si lo hacemos de manera consistente, hasta podemos llegar a ser mejores.
Los años pasaron y con ellos la vida me regaló dos preciosas hermanas, dejamos de ser 4 hijos para ser 6. Mis dos últimas hermanas son como mis mejores amigas.
Estudié periodismo, me gradué en la Universidad Católica y fui a Alemania a hacer unas pasantías en la Deutsche Welle, radio y televisión alemana. Viví sola y aprendí a conocerme mejor fuera del entorno familiar y en una cultura muy distinta. ¡Qué bueno es viajar! Hace que las murallas del miedo al diferente se derrumben sin derecho a reconstrucción.
Cuando volví a Quito busqué un trabajo y pronto me independicé definitivamente del hogar paterno. Los aires de libertad, más las cuentas propias por pagar, hicieron que me volviera más determinada y constante en conseguir el rumbo de mi propio camino. Me enamoré de Guillermo, un hombre con algunos años más que yo, pero que me dio una estabilidad emocional que permitió que madurara a pasos agigantados. Junto a él empecé a planear un nuevo reto, mi programa radial “Desde mi Visión”. Nos casamos y luego de casi 9 años de convivencia nació la razón de nuestras vidas, Raquel.
He entrevistado a grandes personajes como Chavela Vargas, Isabel Allende, Rigoberta Menchú, Rosa Montero, Clara Rojas, Joan Jara ó Estrella Morente. He conocido a gigantes como Gabriel García Márquez, Plácido Domingo, ó Mario Vargas Llosa. Participé por un año en un programa de televisión, tengo una columna en Revista Hogar, también colaboro en otras publicaciones como freelance.
Me apasiona la lectura, prefiero el cine independiente y me fascinan los documentales. En lo musical escucho a diario bandas sonoras, a los compositores clásicos y ritmos electrónicos. Correr es mi medicina contra el estrés.
Me olvidaba, nací en 1977, el 25 de abril a eso de las 06:00. Soy tauro y bien tauro, serpiente de fuego según el horóscopo chino.
Pienso pasar de los 90 años, sana y lúcida.